Desde la teoría vigotskiana se habla de internalización como del proceso de apropiación de los instrumentos psicológicos por parte del individuo aprendiz gracias a la interacción social con otra persona más capaz que él. Vigotski niega que la actividad externa compartida y la interna mental sean idénticas, pero afirma aún así su interconexión. Por tanto el proceso de internalización o interiorización exige una reelaboración por parte del sujeto aprendiz.
"De manera nada sorprendente, el lenguaje, como mediador tanto de las interacciones sociales como del funcionamiento mental, tiene un papel privilegiado en el proceso de internalización. La internalización, es decir, el paso de una función desde el plano social hasta el plano mental, tiene lugar cuando el niño empieza a utilizar por sí mismo los signos que antes los adultos han utilizado para regular su actividad. La internalización hace referencia al dominio y control por parte del niño de los signos sociales, en especial aquellos signos que se utilizan para la regulación social del comportamiento. El dominio y el control de los signos de manifiesta en la medida en que el adulto y el niño comparten progresivamente los significados, pero, de manera más específica, en el uso activo y espontáneo que el niño hace del sistema de signos para regular su propia actividad"(Díaz, R.M.; Neal, C.J.; Amaya-Williams, M., 1990, 147).
Sin embargo, no hay que perder de vista que "el concepto de internalización se ha usado en diferentes planteamientos teóricos, desde la interiorización de la acción sobre los objetos (Piaget), hasta la interiorización de la actividad social (Vigotski) y la interiorización del modelo en la Teoría del Aprendizaje Social (Aronfreed, 1968; Bandura, 1986; Zinchenko, 1985). El proceso de transferencia de la actividad "externa" al plano "interno" ha recibido una insuficiente especificación en la mayoría de las perspectivas que se han referido a este término" (Rogoff, 1990).
"De manera nada sorprendente, el lenguaje, como mediador tanto de las interacciones sociales como del funcionamiento mental, tiene un papel privilegiado en el proceso de internalización. La internalización, es decir, el paso de una función desde el plano social hasta el plano mental, tiene lugar cuando el niño empieza a utilizar por sí mismo los signos que antes los adultos han utilizado para regular su actividad. La internalización hace referencia al dominio y control por parte del niño de los signos sociales, en especial aquellos signos que se utilizan para la regulación social del comportamiento. El dominio y el control de los signos de manifiesta en la medida en que el adulto y el niño comparten progresivamente los significados, pero, de manera más específica, en el uso activo y espontáneo que el niño hace del sistema de signos para regular su propia actividad"(Díaz, R.M.; Neal, C.J.; Amaya-Williams, M., 1990, 147).
Sin embargo, no hay que perder de vista que "el concepto de internalización se ha usado en diferentes planteamientos teóricos, desde la interiorización de la acción sobre los objetos (Piaget), hasta la interiorización de la actividad social (Vigotski) y la interiorización del modelo en la Teoría del Aprendizaje Social (Aronfreed, 1968; Bandura, 1986; Zinchenko, 1985). El proceso de transferencia de la actividad "externa" al plano "interno" ha recibido una insuficiente especificación en la mayoría de las perspectivas que se han referido a este término" (Rogoff, 1990).



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